-De
aquí para ustedes y para tí, tú la que ya no estas para tí...
Etc.-
Comenzar
desde esto:
“Parece,
mientras envejecemos,
Que
el pasado tiene otro modelo, y deja de ser una simple
secuencia.
O
incluso desarrollo: este último una
falacia parcial
Estimulada
por superficiales nociones de evolución,
Que
se convierten, en la mentalidad popular, en un medio
de
desposeer el pasado.
Los
momentos de felicidad -no el el
sentido de bienestar,
Fruición, realización,
seguridad o afección,
O
incluso una buena cena, pero la iluminación repentina
Tuvimos
la experiencia pero perdimos el significado,
y
un acercamiento al significado restaura la experiencia
En
una forma diferente, más allá de cualquier significado
Que
podamos asignarle a la felicidad. He dicho antes
Que
la experiencia pasada revivida en
el significado
No
es la experiencia de una vida solamente
Sino
de muchas generaciones”
T.
S. Eliot, Las Dry salvajes in extenso
como
si poco a poco se fuera escribiendo en
desorden algo que tarda en llegar. El comienzo está en cualquier
lado, el comienzo tiene necesidad de brote y no de orden, sólo cuenta
la “iluminación repentina” y las pinceladas que
va dejando, como para crear un puzzle que luego se arma, aunque
este, este puzzle de aquí siga las mismas prescripciones de cambio
que tu rostro y contenga más posibilidades de las que uno realiza,
lo que hace que, se podría decir, el recuerdo esté preñado de
futuro y de pasado, germenes de algo que aún no brota, rayo que no
cesa, luz que sigue viajando, tren que sigue entrando en la estación
de la Ciotat o por...
“Que
la experiencia pasada revivida en el significado
No
es la experiencia de una vida solamente
Sino
de muchas generaciones”
y
es por ahí que vuelva la calle Carmen, como ese algo que estuvo
antes de las fotos que nos sacó Don Wagner ahí subidos a la reja
porque entonces había reja, y la casa aún no estaba terminada, los
andamios se veían desde la calle y supongo que la abuelita ya vivía
con nosotros; esa foto en blanco y negro debe estar en algún lado, y
la calle Carmen sólo en mi memoria que fotos no he visto o no
recuerdo haber visto; Y las imagenes que tengo es porque tu hablabas
mucho de ese entonces tuyo: si po, todavía vivíamos en la
calle Carmen, claro Ricardo ya trabajaba en el Diario...
***
La vida dura lo que puede, pero por instantes es eterna. Algo como eso. Si te diera una canción lo diría así. Un tiempo así, todos los tiempos juntos, no tanto pasado y presente, más bien olor a tomate, cebolla y cilantro. Una luz de septiembre. Calle Carmen ¿Pero en qué año? Llevo el recuerdo de esa calle como de algo que nunca fué, ninguno de nosotros había nacido y tú y tu hermana aún pensaban que algún día serían felices. Volveré a leer a Séneca.
***
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